Tuesday, May 09, 2006

Bolivia: Más repercusiones de la nacionalización del gas

Como no podía ser de otro modo, en Chile también se debate el alcance de la nacionalización de los hidrocarburos bolivianos. Una muestra interesante por las distintas opiniones es la reflejada en Ipsonoticias.

La verdad es que América del Sur está ante una situación sin precedentes, en la que dos países que tienen gobiernos populistas (Bolivia y Venezuela) controlan una gran parte del gas en la región, y el tercer país en importancia en el rubro (Perú) muy probablemente sea pronto parte del grupo.

La influencia central de Venezuela en todo este proceso es innegable, y hace que muchos se cuestionen lo que pretende. Una visión muy negativa de la influencia venezolana en Bolivia es por ejemplo la que expresa el blog en inglés Off Topic.

Para tener una idea de la significancia del tema en los países que importan gas natural, un extracto de un artículo interesante que leí en el sitio del Real Instituto Elcano:

[...], las grandes reservas de gas en el continente están concentradas en la zona andina, particularmente en Venezuela, Bolivia y Perú. El panorama, grosso modo, es tal que los países andinos tienen más potencial para exportar gas a corto y medio plazo, mientras que los países del Cono Sur (Argentina, Brasil y Chile) tendrán una necesidad cada vez mayor de encontrar fórmulas para integrarse con los países andinos y el mundo en general para poder importar cantidades crecientes de gas.
No creo que lo que pase en la región tenga demasiada trascendencia mundial, pues como muestran los datos de la EIA, en América del Sur no están las grandes reservas mundiales. Incluso Venezuela, que es el país que de lejos tiene en la región las mayores reservas de gas natural, a nivel mundial tiene solamente entre el 2 y el 3% de las reservas mundiales. Bolivia, el segundo país en cuanto a reservas de gas natural en la región, ni siquiera figura entre los veinte países que mayores reservas tienen en el mundo.

A nivel regional, sin embargo, y con las proyecciones que apuntan a un consumo creciente de gas natural en América del Sur, la cuestión se pude poner muy caliente: Digan lo que digan, la importación de gas natural de otros continentes es por el momento sólo un cuento chino.

Así que en la negociación de precios futuros (y posibles futuras ventas de gas a mercados como el chileno) todavía queda mucha tela por cortar. Obviamente, en determinado momento, Venezuela, Bolivia y Perú se darán cuenta que son competidores y más allá de las alianzas y estrategias comunes que tengan, también empezarán a ir cada cual por su lado. O quizás no?

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