Sunday, April 23, 2006

Bolivia: Evo vs. los nuevos Prefectos

No es que al Gobierno de Evo Morales le falten los focos de conflicto en el país, pero esto no nos puede sorprender, al haber sido característico de todos los gobiernos anteriores, desde el retorno a la democracia en Bolivia.

Hace poco comentaba sobre uno de los problemas actuales: el de Puerto Suárez reclamando más progreso en la región, y así también podría mencionar muchos otros, pero hay un caso que quisiera destacar hoy por su gran relevancia interna: el constante conflicto del Gobierno Central con los nuevos Prefectos. (Para aquellos lectores que no conocen del tema, los Prefectos en Bolivia eran hasta hace poco designados directamente por el Presidente de la República y fungían como sus representantes en cada departamento del país. Esta situación cambió a partir de las anteriores elecciones generales de hace poco más de tres meses, en las que Evo Morales llegó al poder).

El conflicto Evo vs. Prefectos es apasionante, pues tiene frente a frente al único Gobierno boliviano elegido democráticamente en la primera vuelta, lo que no es poca cosa; y por otra a los primeros Prefectos elegidos por voto popular en cada departamento. La legitimidad de los actores en conflicto es grande y la forma de lograr gobernabilidad en Bolivia en este contexto es aún una asignatura pendiente.

Uno de los ejes del conflicto es la redefinición de las competencias de los Prefectos y su relacionamiento con el gobierno central. Hace poco el Gobierno emitió un Decreto Supemo sobre el tema, pero los Prefectos ya expresaron sus quejas sobre éste exigiendo mayores atribuciones. La respuesta de Evo Morales (disponible en El Nuevo Día) fue que los Prefectos no obtendrán cambios y sencillamente deben esperar hasta sea la Asamblea Constituyente quien defina el tema. Considero que el planteamiento no es el adecuado, pues aplazar temas álgidos como éste hasta la Asamblea, proyecto estrella de Evo, puede ser peligroso y aumentar la inestabilidad. Mejor sería entablar el diálogo ahora.

Obviamente, hablar de diálogo entre el Gobierno Central y algunos de los Prefectos puede sonar a broma, en vista de las rencillas públicas de los últimos tiempos entre Evo y el Prefecto de Tarija (disponibles en Opinión) o los continuos desencuentros entre Evo y el Prefecto de Santa Cruz, que se autodenomina "Presidente del Gobierno Departamental"(más detalles en El Deber). Por supuesto, no es ninguna casualidad que los conflictos más visibles sean aquellos con los representantes de las regiones ricas en hidrocarburos. Y aquí encontramos al eje primordial del conflicto Evo vs. Prefectos, que se irá definiendo en el corto y mediano plazo: la articulación (o la falta de articulación) de la economía del gas con el desarrollo regional y nacional, y la distribución de los ingresos generados.

A pesar de todas las dificultades, el diálogo es la única solución. Ambas partes en conflicto deberían darse cuenta de que el país necesita estabilidad a todo nivel y demostrar más sensibilidad en las negociaciones. Por supuesto que no es posible cambiar de un día al otro un país caracterizado durante siglos por su centralismo, pero también es justo reconocer que el movimiento de delegación de competencias del Gobierno Central hacia el nivel local (que tuvo como uno de sus hitos a la Participación Popular, con todas sus virtudes y defectos, hay que reconocerlo) no puede frenarse y debe perfeccionarse de manera urgente y, sobre todo, consensuada!

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